Capítulo 1:
Bases de la ontología del lenguaje
El nacimiento de la deriva metafísica
La historia suele concebirse como la secuencia de las huellas dejadas por los acontecimientos ocurridos en el pasado. Pero se sabe que no todos los acontecimientos tienen el mismo impacto sobre el futuro. En la antigua Grecia por el año 700 A.C., fue inventada una nueva forma de comunicación: el alfabeto. Este hecho generó un tipo de ser humano particular: el hombre y la mujer occidentales. Asimismo dio origen a cambios fundamentales en la sociedad. Se inventó la democracia, también hubo cambios importantes como la transformación de nuestras categorías mentales, en la manera en que los seres humanos piensan sobre ellos mismos y sobre el mundo.
El hablar tenía el poder de hacer que ciertas cosas sucedieran. Los poetas, los responsables de la educación, cumplían con su función de enseñar relatando historias épicas o fábulas, narraciones sobre acciones realizadas por humanos, héroes y dioses.
Por ejemplo se accedía a la sabiduría obrando a la manera de aquellos a quienes la comunidad, a través de estos relatos, como en el caso de Ulises, consideraba sabios. Se aprendía la valentía obrando según aquellos que la comunidad, consideraba valientes, como Aquiles.
Una vez que un texto estaba escrito, parecía hablar por sí mismo y, para escucharlo, el orador dejaba de ser necesario.
Con el interés por la pregunta "¿qué es?" el énfasis se pone no en las acciones sino en el "ser" de las cosas. Con ello se abandona el "lenguaje del devenir" del pasado y se transita hacia una nueva forma de lenguaje: "el lenguaje del ser".
¿Qué entendemos por ontología?
Para los antiguos griegos, que acuñaron el término ontología, esta significaba nuestra comprensión general del ser en tanto tal.
La ontología hace referencia a nuestra comprensión genérica, nuestra interpretación, de lo que significa ser humano. Nuestra interpretación de las dimensiones constituyentes que todos compartimos en tanto seres humanos y que nos confieren una particular forma de ser. Cada vez que sostenemos algo, sea esto lo que sea, lo dicho descansa en supuestos sobre lo que es posible para los seres humanos, auqnue se trate meramente del supuesto de que, como seres humanos que somos, nos es posible sostener aquello que estamos diciendo.
Toda acción, todo decir, presupone un juicio sobre lo que, como seres humanos, nos es posible. Por lo tanto, cada vez que actuamos, cada vez que decimos algo, no solo se manifiesta el objeto sobre el cual actuamos o aquello a lo que nos referimos al hablar, se manifiesta también una determinada interpretación de lo que significa ser humano.
Cada planteamiento hecho por un observador nos habla del tipo de observador que ese observador considera que es.
El postulado de que todo lo que hacemos, sea lo que sea, revela nuestro juicio sobre nosotros mismos, es la base de uno de los usos quizás más poderosos de la ontología del lenguaje.
La ontología del lenguaje: postulados básicos
El desarrollo de una nueva comprensión de los seres humanos que llamamos " la ontología del lenguaje".
Los tres postulados básicos:
- Interpretamos a los seres humanos como seres lingüísticos.
El lenguaje es, por sobre todo, lo que hace de los seres humanos el tipo particular de seres que son. Los seres humanos, planteamos son seres lingüísticos, seres que viven en el lenguaje. El lenguaje es la clave para comprender los fenómenos humanos. Se sostiene que la existencia humana reconoce tres dominios primarios: el dominio del cuerpo, el dominio de la emocionalidad y el dominio del lenguaje.
2. Interpretamos al lenguaje como generativo.
Por siglos, hemos considerado al lenguaje como un instrumento que nos permite describir lo que percibimos o expresar lo que pensamos o sentimos. El lenguaje, se suponía, nos permitía hablar cobre las cosas. La realidad, se asumía, antecedía al lenguaje y este se limitaba a dar cuenta de ella.
El segundo postulado cuestiona la concepción tradicional del lenguaje. No solo reconoce que el lenguaje nos permite hablar sobre las cosas, sino que también hace que sucedan cosas. El lenguaje es generativo, pues no solo nos permite describir la realidad, sino que el lenguaje crea realidades.
Una vez que algo se convierta en parte de nuestras vidas, una vez que la realidad externa "exista para nosotros", dejó de ser externa, y la forma en que existe para nosotros es en el lenguaje.
El lenguaje es acción. Tal como lo afirmáramos anteriormente, sostenemos que a través del lenguaje, no solo hablamos de las cosas, sino que alteramos el curso espontáneo de los acontecimientos: hacemos que las cosas ocurran. Intervenimos en el curso de los acontecimientos.La ontología del lenguaje descansa en una modificación del significado de tres términos: seres humanos, lenguaje y acción.
3. Interpretamos que los seres humanos se crean a sí mismos en el lenguaje y a través de él.
Cada individuo nace dotado de una particular forma de ser. La vida, desde esta perspectiva, es un espacio en el cual esta forma de ser, de la que presumiblemente estaríamos dotados desde el nacimiento, se revela y se despliega. La vida, nos permite descubrir cómo somos realmente.
La ontología del lenguaje sostiene que la vida es, por el contrario, el espacio en el que los individuos se inventan a sí mismos. Los individuos nacen dotados de la posibilidad de participar activamente en el diseño de su propia forma de ser. Es un espacio de posibilidad hacia su propia creación. Los individuos tienen la capacidad de crearse a sí mismos a través del lenguaje.
Primer principio:
NO SABEMOS CÓMO LAS COSAS SON. SOLO SABEMOS CÓMO LAS OBSERVAMOS O CÓMO LAS INTERPRETAMOS. VIVIMOS EN MUNDOS INTERPRETATIVOS.
Segundo principio:
NO SOLO ACTUAMOS DE ACUERDO A CÓMO SOMOS, (Y LO HACEMOS), TAMBIÉN SOMOS DE ACUERDO A CÓMO ACTUAMOS. LA ACCIÓN GENERA SER. UNO DEVIENE DE ACUERDO A LO QUE HACE.
La acción, por lo tanto, no es solo la manifestación de un determinado ser que se despliega en el mundo, es también la posibilidad de que ese mismo ser se trascienda a sí mismo y devenga un ser diferente.
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