domingo, 4 de mayo de 2014

¿Se considera la variedad linguística al momento de enseñar?


¿Cómo podríamos enseñar la fonología a las distintas variedades del castellano?

Bueno, la pregunta es bastante difícil de responder porque siempre he pensado que la labor del docente del área de comunicación es buscar que sus alumnos alcancen el nivel estándar de la lengua, ya sea en la parte oral como en la escritura, pero al observar el video “variedades del castellano” toda mi perspectiva cambió. Pues, se sabe que en cada lugar hay una distinta entonación y pronunciación del castellano y eso  no hace mejor ni peor a nadie, ya que son simples variantes que los caracteriza como rasgos distintivos de su localidad, es decir , de su propia cultura, porque el lenguaje es algo peculiar de  esta. Hasta ahí no hay ningún problema porque respeto eso, el meollo del asunto surge cuando nosotros creemos que un determinado individuo está hablando mal o está desdeñando nuestro castellano cuando pronuncia palabras, tales como “nadies”, “comistes”, ”aiga”, etc., en lugar de “nadie”, “comiste” o “haya” pero ¿quién nos garantiza que eso está mal? Nunca me había puesto a pensar en ese asunto, es que en realidad no hay una correcta forma de hablar, mas sí de escribir; puesto que en la oralidad uno es libre de expresarse de la manera que desea, mientras que en la escritura debe seguir ciertas normas que son establecidas  por la Real Academia Española, cuán equivocada estaba cuando pensaba que si hay unas pautas para escribir eso también se seguía en la oralidad, mas nunca me puse a pensar en las variantes del castellano.
Para solucionar este problema no se me ocurre mejor idea que enseñarles de la misma manera que los demás porque todos estamos en la capacidad de aprender, sin embargo para cada lugar tendría un estilo distinto, es decir, no desdeñaría su variedad de castellano y al contrario les haría entender que no tienen por qué sentirse mal. En ningún momento les diría tú hablas mal, así no se dice, sino que simplemente les explicaría que en algunas regiones se dice de esta manera y eso es admisible, pues en la oralidad se respeta el lenguaje de cada región. Pero, también sería realista y les diría que el hecho de que puedan seguir conservando los rasgos nativos de su  lenguaje, no significa que van a escribir de esa misma manera, algo contradictorio quizás, sin embargo, pienso que sí es posible. Cómo decirle a un chico que si él quiere decir “nadies”  que lo haga, mas en el momento de  escribir ya no lo debe hacer, pues la forma correcta de escritura es “nadie”. ¿Cómo es posible eso? ¿Acaso no terminaría confundiendo al chico? Probablemente sí, pero soy de las personas que no se dan por vencidas  y persistiría en que el grupo humano que maneje adquiera una manera de escribir en el lenguaje estándar, porque sé que solo así se desarrollarán intelectualmente, quieran o no, todos los textos están en ese nivel de la lengua y es necesario que a los niños de los pueblos más alejados del país se les estimule en eso. Lo que les digo no es porque a mí se me ocurre, sino porque lo he comprobado con una primita que vive en Piura, en un pueblo que está cerca a la frontera con Ecuador. El caso es que la niña no escribía bien, por ejemplo allá dicen “cansao” en lugar de “cansado” y ella me entendió que se escribía cansado y no cansao, sin embargo seguía pronunciando de la misma manera que antes. La única razón que le encontré en ese momento es que para los seres humanos es difícil olvidar ciertas tradiciones históricas que generación tras generación nos han venido brindando nuestros padres. Nunca se sintió mal, porque créanme que jamás la traté con algún tipo de discriminación, sino que le hice ver que hay un grupo de personas especializadas que se reúnen en un determinado país y llegan a un acuerdo convencional de la manera cómo debemos escribir. A parte de eso le enseñé muchas cosas sobre ortografía, pues es una de mis pasiones.
Entonces, elaboraría una clase en la cual les diría que nadie los puede marginar porque su castellano es distinto, mas sí deberían preocuparse por aprender ciertas reglas de escritura, pues ello les permitirá desarrollarse profesionalmente y sé que no estaría matando su variedad, al contrario la estaría enriqueciendo, pues su castellano es el mismo que el de nosotros solo se diferencia  en la pronunciación de ciertos sonidos. No sé si esté siendo cruel, pero es la medida que tomaría. Les enseñaría a escribir según las normas de la RAE, sin embargo no podría hacer lo mismo con las personas que hablan quechua porque ellos ya manejan otro idioma y no les puedo imponer el castellano, que quede bien claro que cuando les enseñaría a los chicos siguiendo las pautas de la RAE no les estoy imponiendo mi manera de pensar, sino simplemente les presento la realidad y ellos elegirán con qué panorama quedarse, pues conozco a muchos de mis compañeros que por más que les han enseñado ortografía en el colegio, aún siguen escribiendo inadecuadamente. Con eso se comprueba que los maestros no tienen la culpa de todo, sino también tiene que ver mucho la fuerza de voluntad que tenga el alumno. Es más creo que uno nunca termina por conocer su propio idioma, y por ende, tampoco a escribir todas las palabras adecuadamente.
Hay que enseñarles a los chicos los dos panoramas el primero como ya lo dije, anteriormente, que nadie los puede criticar por la forma que hablan, pero que tienen que poner mucho esfuerzo para que aprendan  a escribir el castellano como debe de ser. El segundo, que no se cierren en sus ideas, que no crean que no pueden aprender, al contrario los maestros deben trabajar mucho en esa parte, por ejemplo, preparar manuales diferentes a los que ya existen, es decir, unos en los cuales a las personas de esos espacios les resulte más fácil comprender su propio idioma, que utilicen palabras que pertenezcan a su mismo entorno para empezar y después poco a poco ir avanzando hacia aspectos más complejos. Tal vez, esto no sea más que una simple ilusión, pero si tuviese la oportunidad de enseñar en algún pueblo, aplicaría este método y si no resulta buscaría uno que sea más factible a su realidad. Sé que quizás no podré captar la atención de todos, pero eso no me quita la esperanza de poder intentarlo, es que nuestro castellano es tan complejo y por ese motivo a muchos se les resulta difícil su escritura. Respeto su variedad de la lengua, mas no estoy de acuerdo en que no se les enseñe la forma correcta de escribir, pues eso solo los perjudica. No habría ninguna forma de decir que ellos no aprenderán porque lamentablemente no poseemos una varita mágica que nos diga qué va a suceder en el futuro, solo queda intentarlo y para ello los profesores deben recibir mayores capacitaciones para que la escritura no sea vista como un monstruo terrible que solo nos quiere perjudicar la existencia.

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