Muchas veces se nos ha dicho
que la oración es aquella que expresa un sentido completo, pero ¿qué tan cierto
será eso? Tal vez solo sea la opinión de unos cuantos especialistas en el tema,
mientras que otros quizá arguyan que tal definición no existe, porque en
realidad no hay nada acabado, puesto que cada punto que se le agrega a una
estructura va a ir modificando o cambiado
el significado de la misma. La persona que opina de tal forma es
Trujillo, para él el término oración no existe, nos habla de sintagmas y además
de lo dicho líneas atrás, que no hacen más que reforzar su criterio, agrega lo
importante que es el contexto, pues nosotros como conocedores de nuestra
gramática sabemos que una palabra puede tener múltiples sentidos, según el
lugar donde nos encontremos.
Si nos ponemos a pensar en
todo aquello que nos han dicho nuestros profesores con respecto a la oración,
entonces llegaríamos a la conclusión de que siempre nos engañaron, pero tampoco
es para alarmarse tanto, lo que quizás ellos nos dijeron no es falso, puesto
que he descubierto que en Lingüística hay muchos enfoques, es decir hay consenso
en algunas cosas, mas en otras no, porque los especialistas siempre se están
refutando entre ellos. Sin embargo, esta es la posición de Trujillo, y como
dije al inicio debe haber especialistas que sí defiendan la definición de oración,
por ahora podemos seguir pensando que esta, es una unidad de sentido concreto
en una situación de comunicación determinada, con una curva de entonación y un
verbo como núcleo de la estructura. Si existe o no tal definición ya depende de
los estudiosos en la materia, pero lo que sí se tiene que tomar en cuenta es la
importancia que adquiere el verbo para que “la oración” tenga significado
completo y autónomo. Además aquí es preciso mencionar que para Trujillo una
relación pura es el verbo, así como el sujeto.
Se sabe que cada relación
tiene una determinada función y pertenece a una determinada categoría. Esto no
es nuevo desde que estamos en primaria nos enseñan a identificar los elementos
de la oración y así empezamos por el sujeto, predicado y verbo y a medida que vamos avanzando se nos van
atribuyendo funciones más complejas y así se puede llegar a la conclusión de
que la función determinante es independiente de un nombre, sin embargo,
Trujillo no piensa así, él nos dice que es una función autónoma y además de
“la, lo, esa y eso” son determinaciones puras. Por ejemplo si decimos “esa es
la casa nueva”, basta que tú digas “esa” para que ya se entienda, sin embargo,
yo dudo de que sea así, pues si estoy hablando con una persona y le digo “esa”,
obviamente no va a entender a qué me
estoy refiriendo si antes no hemos estado hablando de “una casa nueva”,
entonces se llega a la conclusión de que el determinante sí podría llegar a ser una función independiente, pero siempre y
cuando se dé en un contexto determinado en el que ya se han establecido los
patrones de conversación. Es igual que en un texto, no puedes utilizar “esa” si
en ninguna parte del texto vas a especificar de qué se trata, sino nadie sería
incapaz de entenderte.
Como hemos estado hablando de
oración, aunque para Trujillo no exista tal término, ahora abordaremos las
funciones sintácticas. Estas no son más que los papeles sintácticos que
desempeñan las categorías dentro de una oración o dentro de un grupo
sintáctico. Es
necesario entender que una misma relación sintáctica, no adquiere el mismo
significado en todos los casos, por ejemplo: Compro una galleta; compro un
helado (cambia la presencia de los signos léxicos que forman parte de las
relaciones sintácticas. Es obvio que la estructura es: V- OD, pero el significado
varía). Además las relaciones entre los sintagmas, no son más que, las
dependencias de los elementos subordinados al nombre.
Al tratar estos temas me vino
a la mente el recuerdo de mi profesor de Morfosintaxis II, él cuando nos pedía
que definamos qué es el sujeto, muchos le decían “es aquel que ejecuta la
acción” e inmediatamente manifestaba “no me lo definas en términos semánticos,
sino en sintácticos, puesto que el sujeto es una función sintáctica”. Al
comienzo no entendía, pero ya después nos explicó y así llegamos a decir que
“es aquel que concuerda en género y número con el verbo”. Estas cosas
parecieran sencillas, pero no es así y traje a la memoria esto porque Trujillo
también nos habla de esto, nos dice que se tiene que tener en cuenta que las funciones
semánticas, es decir aquellas que ven cómo el signo lingüístico tiene un
significado y este va a portar en la
relación, son independientes de las sintácticas y que no conviene mezclarlas
ni, como a veces se hace, utilizar las primeras para definir las segundas.
En general, se puede
manifestar que para Trujillo existen relaciones sintácticas y semánticas, estas
últimas son independientes mientras que las otras dependen de las relaciones
entre los sintagmas. Y para él la oración no existe, pues esta no es más que la
posibilidad de convertirse en señal de comunicación.
Lo presentado es solo un
enfoque, está en nosotros tomarlo o no, sin embargo, pienso que hasta el
momento se nos seguirá enseñando qué es la oración y cuáles son las funciones
que se desempeñan dentro de ella, y observaremos que tanto lo semántico como lo
sintáctico está en la misma, puesto que así como la oración tiene un
significado completo también dentro de ella de cumplen determinadas funciones.
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