miércoles, 16 de julio de 2014

EL PODER DE LAS CONVERSACIONES


 
 El punto principal de esta lectura es que "nuestras relaciones personales se configuran  a partir de las conversaciones que sostenemos con otros". Esto es muy cierto, puesto que nosotros como seres gregarios estamos en constante comunicación con los demás, entablamos relaciones cordiales con quienes podemos compartir temas de conversación, es que esta desencadena todo. Si nos entendemos la relación marcha bien, pero también es importante detenernos a conversar cuando las cosas marchan mal, pues solo así podemos mejorar nuestras relaciones interpersonales, dicen que hablando se entiende la gente y no hay nada más cierto que eso, pues nuestras conversaciones tienen el poder de llevarnos a modificar aquello que no funciona.Del nivel de conversación va a depender una determinada relación.

Cabe resaltar que las conversaciones pueden ser públicas o privadas. Las primeras hacen referencia a las conversaciones que tenemos con nuestros amigos, con los familiares e incluso con tu propia pareja: mientras que las segundas, tiene que ver con las conversaciones que tenemos con nosotros mismos. El lenguaje tiene gran poder, que modifica nuestras conductas, nosotros constantemente estamos construyendo distintas realidades en base a él. Hasta los secretos configuran las conversaciones privadas,porque cuando contamos uno solo lo hacemos a la persona que confiamos, y esta tiene que callar.

En una relación siempre hay cosas positivas y negativas y es iluso creer que todo es alegría, por el contrario cuando algo no nos gusta tenemos que manifestárselo a la otra persona para que todo marche bien, de nada vale ocultarlo porque eso solo generará que nos acostumbremos a la rutina. 

Rafael Echeverría en su libro Ontología del lenguaje nos manifiesta que "una buena relación no es una relación sin quiebres; es una relación que ha desarrollado la capacidad de emprender acciones que se ocupen de ellos en forma efectiva. Y la forma en que nos hacemos cargo de los quiebres es a través de las conversaciones. Al hablar, actuamos. Al actuar, cambiamos el curso normal de los acontecimientos y hacemos que ocurran cosas que no pasarían si no actuásemos y si no tuviésemos algunas conversaciones. Nuevamente, por lo tanto, planteamos que para evaluar una relación es necesario que examinemos las conversaciones que la producen".





  
 Fuente: Rafael Echeverría.La ontología del lenguaje (2003).

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